TERCER LUGAR
"LUNA ACONCAGUINA"
María José Contreras Contreras, 20 años.
Cada noche sale ella,
con su hermoso vestido blanco,
sale para vigilarme, sale porque está celosa,
de que pueda caminar por estas tierras maravillosas.
Celos de los árboles que me ofrecen su sombra al pasar,
celos de que este paisaje me reciba cada día.
No soporta que el viento y las aves,
unan sus voces para cantarme tiernas melodías.
Como me encanta este lugar,
es una lástima, luna, que no lo hayas podido aprovechar.
Lo dejaste abandonado por ir detrás de un cometa,
yo no lo cambiaría ni por un millón de planetas.
Vete tranquila, vete con tus hijas estrellas
y déjanos vivir el amor
que en un seis de enero nació
entre el Valle del Aconcagua y yo.
CUARTO LUGAR
MADAME CHACABUCO
Pablo Pacheco, 25 años.
Luna distorsionada, reflejo de calles
de meado y de brumas
Abre los mercados de las alamedas
Pasos inertes, disconformes buscan coronas de éxtasis
Comienza el frenético diálogo con las siluetas negras
dos esta vez!
Alimañas urgidas por la ambigua belleza, plásticas y quiméricas
Intimidantes con su verbo toman mi sexo desde abajo
el que ahora tumescente se entrega al plusvalor.
Me desplaza ávidamente por sus fauces, me sacude, mientras sus incisivos desenrollan
dolorosamente el polímero.
Cada segundo que mi conciente avanza, es una semana de mi inconsciente que retrocedo
Y entonces como adolescente, inescrupuloso soy de las babas de otros como yo
Como niño reboto mi rostro, lo sumerjo una y otra vez grandes montes pezoneros
más sádico y más infantil busco a “esa única”
más orgánico, y más visceral despierto a la Madre en el Padre
y al fin reconozco mi búsqueda, el orgasmo incesto me libera
en manos una vez mas
de mi puta madre.
QUINTO LUGAR
HOY ES UN DIA BELLO
Karla Herrera Contreras, 22 años.
Si parece que las flores
se sembraran en el cielo
y que todas las estrellas
perfumaran este suelo.
Si parece que mi boca
canturreara alegres versos
y que ángeles del cielo
los danzaran en mi pecho.
Si parece que las notas
que musitan a lo lejos
me trajeran al oído
solo el eco de tus versos.
Si parece que en mi vientre
Habitaran presurosas
Intangibles, delicadas
Y coquetas mariposas.
Y me siento en una nube
que surcando el hondo cielo
llueve alegres, refrescantes
y translúcidos luceros.
¡Hoy es un día bello!
porque me dijiste
“Te quiero”.